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FAMILIA TARDON; EL RENACER DE LAS CENIZAS




La escena es triste. Acongojante: Una mujer, ya entrada en años, con un rastrillo en la mano, recorre un arroyito tratando de retirar los restos de ceniza y ramas quemadas para que el agua vuelva a correr.
“Tengo que regar bien antes que llegue mamá, que no vea todo seco”, explica mientras con una mano se corre el pelo de la cara y se mancha un poco mas la cara con carbón y deja al descubierto sus ojos llenos de lágrimas.

Más que noble el objetivo de esa mujer: evitarle un disgusto a su mamá, una anciana de 96 años. Sin embargo, es poco probable que logre su cometido. Es que con alzar la vista Seguir leyendo aquí

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