Esquel te enamora, se incorpora a tu piel como los abrojos mismos.

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Esquel y vos :De Daniel Galatro

Cómo proteger a los niños



La mayoría de los padres no acostumbramos a tomar siquiera las precauciones más elementales para evitar accidentes a nuestros hijos.
Esos accidentes son una de las principales causas de mortalidad infantil, así como de que haya tantos niños lisiados.
Nueve de cada diez de esos accidentes son perfectamente evitables. Hay que usar el sentido común, lo cual no es simple pues ya sabemos que es el menos común de los sentidos.
Pinturas para juguetes con contenido de plomo, telas sumamente inflamables para sus ropas, y algunos miles de elementos más que atentan contra la seguridad de nuestros hijos.
Toda lesión que recibe un niño no es más que el último eslabón de una cadena que se debió interrumpir a tiempo. Si no suprimimos el peligro o no enseñamos al niño a evitarlo, en realidad somos nosotros los que estamos provocando el accidente.
Fundamentalmente, la mejor prevención es la vigilancia cuidadosa y contínua.
Una criatura no debe dejarse nunca sola en un lugar en el que pueda caerse. La vigilancia no debe interrumpirse siquiera unos segundos porque basta ese tiempo para el niño se caiga, se ahogue, se electrocute, se asfixie, se corte, se pinche.
Lleva un segundo introducirse un objeto pequeño en la boca y tragárselo. Lleva un segundo soltar la mano de un niño que esté aprendiendo a caminar para que se caiga y se golpee. Lleva un segundo que el niño que está al borde de una piscina caiga en ella.
El lugar de mayor riesgo es la propia casa y, dentro de ella, la cocina. A gas o eléctricos, los dispositivos para cocer los alimentos son atractivos y peligrosos para los niños.
Los mangos de sartenes y ollas colocados hacia afuera, los recipientes de residuos, los productos de limpieza, y todo lo que usted está imaginando mientras lee esto son elementos que pueden agredir seriamente o matar a su amado hijo.
Por supuesto, está lo que usted suele llamar "fatalidad", pero si usted pone su amoroso cuidado en su niño es probable que el factor de riesgo se haga mucho más pequeño.
Fije límites a su hijo, elogie lo que hace bien y hágale notar lo que hace mal. Y poco a poco enséñele a cuidarse por sí mismo.
Los niños pueden ser protegidos y pueden aprender a protegerse en el futuro cuando no esté usted cerca para velar por ellos.
Observe a su hijo un par de minutos. Vale la pena estar atento para asegurarle el mejor cuidado posible, ¿verdad?

Fotografía: Southeast Missouri Hospital

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