Dentro del material de prensa con que se cuenta para escribir acerca de la historia de Esquel, el Número Especial del Diario ESQUEL en sus Bodas de Plata – 25 de febrero de 1925-1950 ocupa un lugar destacado, ineludible e imprescindible para obtener datos medianamente organizados sobre la memoria esquelense.
Prolijamente realizada en 250 páginas de papel fino y abundantes fotografías en blanco y negro, fue una publicación limitada; bibliotecas escolares y numerosas familias de Esquel cuentan con un ejemplar, atesorado como fuente histórica local, para la cual, resulta ser bibliografía obligada.
Comprende capítulos dedicados a la historia provincial, regional, datos geográficos, costumbristas, sociales y anecdóticos de todas las ciudades cordilleranas, fundamentalmente Esquel y Trevelin.
En su introducción-presentación se aclara que esas páginas“Están escritas para los jóvenes, depositarios de la herencia legada por varias generaciones de hombres duros como el granito de estas montañas, para resistir los embates del clima, y de mujeres heroicas, que embellecieron con su presencia el paisaje agreste, pusieron calor en el hogar y alentaron, con su ejemplo, nuevas empresas.
“...celebran nuestras Bodas de Plata, es decir, 25 años de labor periodística de magnífica labor periodística, realizada con armas nobles, limpiamente, teniendo por norte el progreso de estos pueblos nuevos, que ya presentan, sin embargo, pujante vitalidad.
“Con las mismas máquinas con que fue impreso el primer número de Esquel, hemos impreso el correspondiente al número aniversario. Tantas jornadas libradas en favor de legítimas aspiraciones populares, tantos años de dura y perseverante lucha en favor del adelanto de estas comarcas libradas, como siempre, a la iniciativa privada, que pudo materializar, sin embargo, anhelos largamente expresados...
“... Los hechos históricos que se refieren aquí, la vida de tantos pobladores que contamos con palabras emocionadas, deben ser leídos y recordados. No pretendemos haber agotado el tema. Nuestra labor es una simple contribución al conocimiento de la historia del Chubut, pero es una labor realizada con los mayores sacrificios, lejos de todo apoyo oficial, pero con la más amplia simpatía del pueblo.
“Lo dedicamos, pues, a los hombres de trabajo.
“A los esforzados pobladores que en la estepa o al pie del risco, trabajan con afán por una Patria cada vez más noble.
“A los educadores que trajeron el verbo de Sarmiento y lo extendieron con heroica tenacidad.
“A los profesionales que abandonaron los halagos de la ciudad y se internaron en parajes tantas veces inhóspitos.
“A los funcionarios del Estado, que supieron identificarse con los pobladores humanizando la Ley.
“A los niños, legítima esperanza de todos, para que sepan cómo se constituye una gran Nación, cuando se cuenta con un gran pueblo.
“A los esforzados pobladores que en la estepa o al pie del risco, trabajan con afán por una Patria cada vez más noble.
“A los educadores que trajeron el verbo de Sarmiento y lo extendieron con heroica tenacidad.
“A los profesionales que abandonaron los halagos de la ciudad y se internaron en parajes tantas veces inhóspitos.
“A los funcionarios del Estado, que supieron identificarse con los pobladores humanizando la Ley.
“A los niños, legítima esperanza de todos, para que sepan cómo se constituye una gran Nación, cuando se cuenta con un gran pueblo.
“El paisaje de esta tierra es magnífico.
“La cordillera austral con sus picos enhiestos, cubiertos de eterna nieve, ponen marco majestuoso al valle ubérrimo, donde la vegetación exhuberante pone encantos y alegría en la vida del ser humano.
“Son tierras donde el hechizo de la montaña se hace sentir; donde el paisaje maravilla y llena de bálsamos el corazón; donde compiten la Naturaleza en todo su esplendor con los brochazos del hombre, en su afán milenario de poner en bosques y ríos la estética que anhela su espíritu.
“La cordillera austral con sus picos enhiestos, cubiertos de eterna nieve, ponen marco majestuoso al valle ubérrimo, donde la vegetación exhuberante pone encantos y alegría en la vida del ser humano.
“Son tierras donde el hechizo de la montaña se hace sentir; donde el paisaje maravilla y llena de bálsamos el corazón; donde compiten la Naturaleza en todo su esplendor con los brochazos del hombre, en su afán milenario de poner en bosques y ríos la estética que anhela su espíritu.
“Las historias de este número tuvieron por teatro estos valles.[1]
¿Exageran a través de su prosa, los periodistas y vecinos que trabajaron en esta recopilación? Seguramente que no, reconociendo el espíritu pionero de los pobladores en épocas de total aislamiento. Los aportes de memoria oral que se recogen en este trabajo indican las enormes dificultades que tuvieron que vencer quienes llegaron al valle a principios del siglo XX. Ellas eran:
- Largas huellas de carretones que precedieron a los caminos de ripio y éstos a las modernas rutas pavimentadas.
- Largas e incómodas tropas de carretas tiradas por mulas, bueyes o caballos, para traer las cartas y los productos necesarios para satisfacer las mínimas comodidades de una población creciente.
- Un incipiente desarrollo del transporte automotor, que registraba actitudes solidarias para con los vecinos aislados geográficamente.
- El único medio de comunicación era, en un principio, el telégrafo a cuya instalación está ligado el origen del pueblo.
- Tierras sin delimitar, sin cercar, reclamadas con justicia a los organismos oficiales, tras habilitarlas para el trabajo agrícola y ganadero.
- Un crecimiento urbano lento y dificultoso, con una actividad comercial en progreso y actividades industriosas necesarias para el desarrollo, como hornos de ladrillos, caleras, aserraderos, fábricas de escoba y de soda.
- La necesidad de contar con participación de los vecinos para la organización política y administrativa de la comunidad.
- La necesidad de suplir las deficiencias propias del aislamiento con la actividad cultural y social: cines, salones de bailes, bibliotecas, escuelas, fiestas populares.
- La necesidad de solucionar problemas sociales de los más necesitados con actividades solidarias.
- La imperiosa necesidad de quebrar el aislamiento, reclamando a un Estado demasiado lejano, caminos, escuelas, ferrocarril.
- Largas e incómodas tropas de carretas tiradas por mulas, bueyes o caballos, para traer las cartas y los productos necesarios para satisfacer las mínimas comodidades de una población creciente.
- Un incipiente desarrollo del transporte automotor, que registraba actitudes solidarias para con los vecinos aislados geográficamente.
- El único medio de comunicación era, en un principio, el telégrafo a cuya instalación está ligado el origen del pueblo.
- Tierras sin delimitar, sin cercar, reclamadas con justicia a los organismos oficiales, tras habilitarlas para el trabajo agrícola y ganadero.
- Un crecimiento urbano lento y dificultoso, con una actividad comercial en progreso y actividades industriosas necesarias para el desarrollo, como hornos de ladrillos, caleras, aserraderos, fábricas de escoba y de soda.
- La necesidad de contar con participación de los vecinos para la organización política y administrativa de la comunidad.
- La necesidad de suplir las deficiencias propias del aislamiento con la actividad cultural y social: cines, salones de bailes, bibliotecas, escuelas, fiestas populares.
- La necesidad de solucionar problemas sociales de los más necesitados con actividades solidarias.
- La imperiosa necesidad de quebrar el aislamiento, reclamando a un Estado demasiado lejano, caminos, escuelas, ferrocarril.
Sin dejar de reconocer su importancia, un análisis riguroso desde una perspectiva historiográfica crítica y científica, arroja otras impresiones:
- Básicamente positivista, muestra larguísimas listas de datos y citas, fechas, nombres y algunas estadísticas, muchas veces sin profundizar en la vida de esos hombres y mujeres, exaltando virtudes con un estilo claramente laudatorio.
- Es idealista, pues comprende los fenómenos sociales no como producto de los intereses contrapuestos de sectores sociales sino por el aspecto voluntarista, tipo pionero, de los pobladores, soslayando numerosas problemáticas sociales.
- Refleja ideas conservadoras, rayando en convicciones nacionalistas y excesivamente regionalistas.
- Los actores sociales que se muestran son aquellos que la sociedad dirigente de mitad de siglo consideraba con un perfil acorde con el espíritu pionero, es decir, ganaderos, comerciantes, chacareros, políticos, militares, sacerdotes y maestros.
- Relieve, caídas de agua y lluvias, caminos y bosques son riquezas potenciales vistas como recursos posibilitadores de un gran futuro regional, independiente de las políticas.
- Hay significativas omisiones, como la aparición de gremios y las primeras luchas y reclamos sociales intersectoriales de la zona, atropellos policiales y sobre todo la discriminación hacia el indígena, a quien prácticamente se lo ignora. Se omite su expulsión masiva de la Reserva Nahuelpan para beneficio de una de las familias “tradicionales” de Esquel, los Amaya, a quienes, por el contrario, se exalta en demasía, por su actividad económica y política.
- Las escalas más utilizadas van de lo local a lo regional (Noroeste del Chubut) y no más allá de lo provincial, con escasas referencias a lo nacional. Si bien en esos 25 años la característica era el aislamiento regional, los avatares del progreso de Esquel no estaban desconectados de la política nacional, la cual es generalmente omitida.
- Hay muchísimas referencias de militares cuyas instalaciones de regimientos o escuadrones, serían parte importante del desarrollo de la administración del territorio.
- Casi no hay referencias políticas que pudieran molestar a los vecinos a quienes estaba dedicada la edición. No se menciona al entonces Presidente Perón y su esposa, salvo una fotografía de la misma. Sí, en cambio, una semblanza del Gral. Agustín P. Justo (entronizado Presidente a través del fraude y la represión a sectores populares) por su dedicación hacia las rutas patagónicas aunque al detallar las obras viales no se dejan de mencionar muchas entre 1943 y 1950 sin comentarios.
- Respecto de la instalación del ferrocarril, abunda en detalles de construcción del ramal, medidas, cargas iniciales, horas hombre, presupuestos, dimensiones de los vagones y máquinas de tracción. La importancia del tren está en el triunfo de los reclamos vecinales y en las posibilidades de crecimiento, mecánico y directo. Es editada en 1950, a cinco años de la inauguración del ramal a Esquel y ya se habían producido los quiebres de los circuitos cerealeros por obra de quienes usaron al ferrocarril para introducir harinas más baratas y copar el mercado local, como Molinos Río de la Plata. Tales resistencia y decadencia de los agricultores no registran tanto peso en el diario como el crecimiento ganadero de las estancias locales.[2]
Esta Edición Aniversario, presenta una nota elogiosa, casi reivindicatoria, del director del diario, y otros artífices del mismo. De Josin se recuerda sus antecedentes en educación, sus libros escritos, problemas con jueces, detenciones y mudanzas pero una “... obra silenciosa, humilde y por cierto abnegada ...” en periodismo, Respecto de las ideas que defendían en el diario, se dice (no con mucha claridad) “... con cuánto desdén miramos a los aprendices de delatores o a los delatores mismos, cuando nos enancan ideologías contrarias a la tradición y al sentimiento argentino; ideologías que no hemos abrazado nunca y que por el contrario, hemos combatido prácticamente.”[3]
[1] Diario Esquel, Edición Aniversario, 1950
[2] La Edición Aniversario dedica 18 de 270 páginas a la actividad de estancias, cabañas, haras y Sociedad Rural.
[3] Esquel, Edición Aniversario, 1950
Fuente: http://www.drault.com/pdb/esquel/esquel8.html
[1] Diario Esquel, Edición Aniversario, 1950
[2] La Edición Aniversario dedica 18 de 270 páginas a la actividad de estancias, cabañas, haras y Sociedad Rural.
[3] Esquel, Edición Aniversario, 1950
Fuente: http://www.drault.com/pdb/esquel/esquel8.html
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