La mirada del flamante ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, es la que muchos suelen tener a la distancia sobre las tragedias que miles de pobladores, vegetación y animales suelen padecer frente a estas desgracias.
Mientras el humo se prolongaba hacia la meseta como nubarrones oscuros, amarillentos y marrones, dejando una sensación de angustia profunda, el hombre que reconoció no tener conocimiento en el área medioambiental, comienza a dar muestra de ello.
El desastre que comenzó en la tarde del 21 de enero en cercanías del arroyo Cascada, consumió en 6 horas la misma cantidad de hectáreas (alrededor de unas mil quinientas) que arrasó el siniestro desatado el año pasado, también en cercanías de la intendencia del Parque Nacional Los Alerces, pero en seis días.
Seguramente la visión del funcionario no será la misma de las 12 personas que fueron evacuadas y ni siquiera de quienes estamos a menos de 20 kilómetros viendo el humo que nos recuerda la dantesca situación que se vive tras esas montañas.
Lo que vivieron los hermanos Tardón, pobladores del lugar que perdieron su vivienda, animales, alambrados, entre otras pertenencias. Allí a pocos metros del arroyo Rañinto, antes de emprender la subida al cerro Cocinero.
Pensar en esta región como si todo se resumiera al “alerzal milenario”, es de una torpeza y necedad grave, si encima viene de un funcionario. Pero más aún, habla de desconocimiento de lo que se vive y lo que sucede. La biodiversidad de estos preciosos paisajes está nutrida, además de los majestuosos alerces, por coihues, cipreses y maitenes, que fueron devorados por las lenguas de fuego. Sin hablar de las especies que lo habitan.
Desde el ingreso por la portada centro y hasta la Villa, todo está quemado a su margen izquierda. Esa es la postal a la que deberemos acostumbrarnos ahora. Una imagen tórrida que acompañará a los visitantes de lugar.
Pero la torpeza tiene otras aristas también. El incendio que comenzó al pasado martes, se inició alrededor de las 13.30 y una hora más tarde, a las 14.35, inició sus operaciones el helicóptero que está con base, ahí mismo, en el Parque Nacional Los Alerces!. Entró en acción después de que lo hiciera el avión que llegó desde El Bolsón. El argumento será que justo se le realizaba un trabajo de mantenimiento. En todo caso habrá que ver en qué condiciones llegó la nave que fue gestionada, según se encargaron de dar cuenta las gacetillas oficiales replicada por las empresas periodísticas, por el ministro de la Producción provincial, Hernán Alonso y el ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman.
“No tienen una visión periférica de nada”, me dijo un poblador del lugar frente a este desastre. El fuego se inició a unos 200 metros de donde comenzó el del año pasado y llegó a tener un frente de 300 mts en la cabeza del fuego con lenguas que alcanzaban los 70 mts de altura. “Muy voraz”, lo describen quienes lo presencian de cerca.
Es cierto, el alerzal milenario está lejos del siniestro, pero la Tragedia es Triste, Traumática y Terrorífica, no se necesitan más Torpezas para intentar simplificar los Tormentos que se viven por estas horas.
PFQ
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