Cena de orgullo y dignidad esta noche.
Por cenar con mi señora y los chicos. No participo de la cena que organizó la minera para esta noche en un restaurante de la ciudad, donde invitó a “periodistas” de Esquel para cenar con el presidente de la empresa Minas Argentinas.
Seguramente nuestra mesa será mucho mas austera que la que la minera te puede pagar (aunque no creo que supere los canelones caseros de Rosana Ceballos, jeje), pero la dignidad y el orgullo de negarme a ser comprado por estos garcas hace que nuestra cena esté inundada de dignidad y mi copa rebosa para brindar porque:
Un pueblo que no se vende no se puede comprar!!!!!!!!!!!
No soy católico devoto ni practicante, pero me gusta este salmo y hoy me acordé de el.
Salmo 23:
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
Él me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.
De: Andrés Campos
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