Más de 7.000 millones de personas ya prácticamente cubren la superficie de nuestro planeta. Y cada uno de ellas, en mayor o menor medida, consume agua, alimentos, vestidos, energía, produciendo, al mismo tiempo, gases tóxicos, pesticidas, desperdicios, etc.
Los ríos son como las arterias y las venas de la superficie del planeta. Por eso reciben gran cantidad de esos contaminantes cuyos efectos intentaré reseñar de una manera sencilla.
La citada contaminación de los ríos puede provenir de diversos tipos de materiales que no son habituales en la naturaleza sino productos no deseados o secundarios de la actividad humana.
Incluyen compuestos químicos orgánicos e inorgánicos, elementos físicos y microbiológicos.
Los contaminantes inorgánicos son diversos productos disueltos o dispersos en el agua que provienen de descargas domésticas, agrícolas e industriales o de la erosión del suelo. Los principales son: cloruros, sulfatos, nitratos carbonatos, desechos ácidos, alcalinos gases tóxicos disueltos en el agua como los óxidos de azufre, de nitrógeno, amoníaco, cloro y sulfuro de hidrógeno (ácido sulfhídrico).
Los contaminantes orgánicos son desechos humanos y animales, de rastros o mataderos, de procesamiento de alimentos para humanos y animales, diversos productos químicos industriales de origen natural como aceites, grasas, breas y tinturas, y diversos productos químicos sintéticos como pinturas, herbicidas e insecticidas.
Y veremos también, a modo de ejemplo, contaminantes físicos y microbiológicos que pueden verse en cada vez más ríos de nuestro planeta.
Voy a referirme aquí a los efectos principales de algunos contaminantes de los ríos que se constituyen en causantes de la polución.
Plomo
La incorporación de plomo por ingestión de agua de río no tratada es grave en concentraciones altas. Puede causar ataques, retardo mental y trastornos de comportamiento. Los fetos, los bebes y los niños son especialmente susceptibles a las dosis bajas, las cuales causan trastornos de sistema nervioso central. El plomo diminuye los glóbulos rojos que son transportadores de oxigeno, lo que provoca lesiones cerebrales, en el riñón, en los huesos y dientes, ya que ahí se acumula el plomo.
Mercurio
El monometil mercurio y el dimetil mercurio ocasionan entumecimiento del cuerpo, problemas sensoriales, dificultades en el habla, dificultad auditiva, parálisis, trastornos respiratorios, sarpullidos.
Cadmio
Desplaza al zinc de las enzimas, afectando el metabolismo celular. Se incorpora a los huesos donde ocupa el lugar del calcio en las apatiítas biológicas, ocasionando la enfermedad llamada ita- itai en la que los huesos se vuelven frágiles y se dan dolorosas deformaciones del material óseo.
Talio
Tiene efectos neurológicos. Bloquea el sodio y el potasio. Los primeros signos son parálisis progresivas, gastroenteritis y caída del pelo en intoxicaciones crónicas.
Berilio
Es un mutagénico y cancerigeno. Su inhalación pulmonar produce una afección pulmonar crónica llamada Beriliosis que puede llegar a ser fatal.
Aluminio
Inhibe la síntesis de neurotransmisores, por eso se relaciona con el mal del Alzheimer.
Cobre
Se almacena dañando el cerebro y el hígado, causa la enfermedad de Wilson.
Insecticidas
Producen en el humano afecciones neurológicas, daño hepático, cáncer y esterilidad. Se han encontrado restos de DDT (dicloro-difenil-tricloroetano) en la leche materna.
Petróleo
Llamado también marea negra, afecta corales, crustáceos, algunos peces, etc. cuando el derrame de petróleo va al fondo y cuando va a la superficie afecta a las aves marinas, focas y moluscos. El Río de la Plata es un caso típico por la presencia de refinerías en sus costas y porque los barcos suelen limpiar sus depósitos con agua del río en lugares no permitidos.
Plásticos
De todos los plásticos el más nocivo para la naturaleza es el pvc o policloruro de vinilo, producto duro y quebradizo que permanece en las corrientes de agua durante cientos de años, lo que produce su acumulación. Pero existen otros compuestos derivados también del petróleo que incrementan el problema por su no biodegradabilidad.
Radioactividad
Emitidas por agentes radioactivos (ionizantes) que suelen derramarse en los ríos son fundamentalmente de tres tipos, partículas α, partículas β y radiaciones ionizantes o electromagnéticas y afines. Las radiaciones ionizantes electromagnéticas y afines son de gran penetración y liberan su energía en grandes trayectos (dispersión de la ionización).
Los radioisótopos mas peligrosos son los que producen por fisión de uranio y no son constituyentes esenciales de los seres vivos, pero ingresan en la cadena alimenticia, y por emisión de sus radiaciones pueden desencadenar alteraciones graves. Los radioisótopos mas nocivos son los del cesio y el estroncio. Las bacterias y microorganismos son los que exhiben la mayor capacidad de tolerancia a las radiaciones, mientras los mamíferos se encuentran dentro de los mas sensibles, las especies subterráneas al estar menos expuesta sufren en menor proporción los efectos radioactivos.
Los radioisótopos que se liberan en el medio con frecuencia se dispersan y diluyen en el medio ambiente pero a largo plazo, y si la emisión persiste, van a llegar a los seres vivos. En ese sentido conforme se desarrollan las cadenas alimenticias se producen una acumulación debido a que los isótopos no participan directamente del metabolismo y por lo tanto van pasando de un nivel a otro. En el medio ambiente acuático los niveles de radiactividad se incrementan en mayor magnitud, ya que reciben las radiaciones provenientes de la atmósfera por proceso de precipitación.
Contaminación térmica
El uso del agua en los procesos de enfriamiento de máquinas envía agua caliente a los ríos. Esto genera un aumento de la susceptibilidad de los organismos vivos por la alteración de su ciclo vital y la disminución de la cantidad de oxigeno atmosférico y acuático.
Contaminantes biológicos
Pueden ser
a) Virus: Son importantes por la cantidad de partículas virales que se eliminan a través de las heces. Se conocen más de 100 virus diferentes que se eliminan por las heces y pueden ser patógenos para el hombre. Por los sistemas cloacales terminan finalmente en los ríos y mares.
b) Bacterias: En los intestinos de todas las personas viven gran cantidad de diferentes bacterias benéficas para la salud. Pero algunas bacterias son responsables de importantes enfermedades. Por ello la presencia de cualquier tipo de bacteria intestinal en el agua, indica contaminación por materia fecal y la convierten en no potable porque pueden estar acompañadas de bacterias patógenas. También llegan a los ríos y mares.
c) Protozoos: Existen distintas especies de protozoos que pueden infectar al hombre. Pueden vivir en los intestinos de animales y y el hombre, produciendo diarreas y disentería que también llegan al río y luego regresan en aguas destinadas al consumo que no han sido adecuadamente tratadas.
La producción agropecuaria utiliza el 70% de los recursos hídricos superficiales. Una parte de esa agua es consumida por la ganadería, principalmente en forma de bebida animal. Existe un importante riesgo de contaminación biológica del agua asociada a dicha actividad, debido a que los patógenos eliminados a través de las deyecciones y orinas animales pueden ser transportados a las vías de agua, a través del escurrimiento superficial.
En definitiva, una cadena de sucesos que se inicia en una actividad humana genera productos deseados al mismo tiempo que residuos que no lo son. Cada una de esas actividades, algunas por la simple presencia del hombre y otras por labores de tipo extractivo o industrial, da origen a uno o más contaminantes que llegan a los ríos a través de vertederos naturales alimentados por las lluvias o de vertederos artificiales instalados para facilitar esos derrames.
Las consecuencias de esa permanente modificación de las condiciones ideales naturales convierte las corrientes de agua en verdaderos “caldos” ensuciados por peligrosas sustancias de todo tipo que finalmente afectan la vida en el planeta.
He elegido al azar algunas contaminaciones por productos químicos inorgánicos y orgánicos, por elementos radiactivos y por gérmenes varios como causas cuyos efectos se ven en la salud de seres humanos, animales y vegetales. Porque todo efecto reconoce una causa, también en los problemas que nuestros ríos, que deberían ser generadores de vida, presentan cuando el hombre, directa o indirectamente, los convierte en receptores de sustancias tóxicas.
Daniel Aníbal Galatro
danielgalatro@gmail.com
Abril de 2013
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