Seguimos avanzando en esta microhistoria que estamos componiendo a modo de un sendero que nos conduzca a los tiempos de la fundación de Esquel. Todavía faltan algunas décadas pero no está mal, creemos, seguir "calentando el ambiente" de a poquito, suavemente, para facilitar la comprensión de las tan fundamentales causas.
Estamos en 1869 y Ulisses Grant asume como presidente de los Estados Unidos. Y, además...
-se inaugura el primer ferrocarril "de costa a costa" en ese creciente país del norte de América.
-se libra al paso de los buques el imprescindible Canal de Suez.
-la Iglesia Católica realiza el Concilio Vaticano I.
-León Tolstoi publica "La Guerra y la Paz".
-Mendeleiev da a conocer su libro "Principios de la Química".
-Adams inventa el hoy archifamoso "chiclet".
-nacen Rasputín, Neville Chamberlain, Ghandi, André Gide y Matisse.
-mueren Berlioz y Alan Kardek.
El devenir de la Humanidad, le dicen. Gente que llega, gente que se va, logros que quedan para las generaciones futuras, hechos que ennoblecen y hechos que avergüenzan. Porque todo tiempo pasado no fue mejor ni peor, fue diferente. Los escritores escriben, los pintores pintan, los músicos componen, los políticos ejercen su "arte de lo posible".
Estos últimos tiempos de la década de 1860 tienen olor a petróleo, a transpiración de rugbier, a pólvora no solamente en Europa sino también cerca de la bella Asunción del Paraguay. Porque elijamos el año que elijamos encontraremos una constante: los seres humanos se matan entre sí.
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