Opinión: “¿Aprendieron?”, por Eugenia Carballido
Las cenizas del volcán Puyehue llegaron a Trelew, Rawson Madryn y etc., las clases se suspendieron inmediatamente “por precaución”, demás está decir que es una decisión acertada y sensata por parte del gobierno de la provincia.
Por suerte a la costa de nuestra provincia llegó muy poca ceniza porque por razones obvias la columna va perdiendo fuerza a medida que recorre largas distancias hasta desvanecerse por completo.
Recuerdo con mucha rabia cuando se suspendieron las clases por pocos días en Esquel y alrededores, si mi memoria no falla la suspensión total no superó los tres días, luego de los cuales el Gobernador Das Neves y el jefe de Defensa Civil Evaristo Melo consideraron que era lo mejor continuar con la “vida normal” y que los chicos debían volver a clases cuanto antes para no atrasarse y completar los famosos 180 días de clases, aunque no se computarían las faltas…¿contradictorio?...no!.....jamás viniendo de los funcionarios provinciales!
Ante el cuestionamiento de los docentes de la zona y de una asamblea organizada por maestros y padres en la escuela ex Normal en la que se resolvió solicitar la suspensión de clases por lo menos hasta que bajara la nube de ceniza que nos cubría y se articularan las medidas necesarias para garantizar el buen estado y limpieza de los establecimientos escolares, el Sr Gobernador transparente acusó una vez más a los docentes de vagos, alegando que no querían trabajar y que debían volver a las aulas de inmediato. Además de la lluvia de cenizas y los fuertes vientos que vinieron después haciendo imposible una vida normal debemos recordar que también regía un alerta por posibles sismos ya que el volcán permanecía en plena actividad una semana después de su erupción y que no teníamos un plan de contingencia para poner en práctica en caso de emergencia.
Recuerdo que durante al menos 15 días nos encerramos en casa intentando no salir, por suerte muchos padres tomamos la determinación de no mandar a los chicos a la escuela y preservarlos lo mejor posible de la ceniza, sin embargo los docentes debieron concurrir a sus lugares de trabajo a cumplir horario por si algún padre decidía mandar a sus niños, obligándolos a salir de sus casas y atravesar un desierto de cenizas para llegar a una escuela que no se encontraba en buenas condiciones de limpieza por razones obvias, contradiciendo la principal recomendación hasta ese día de permanecer en casa y transitar lo menos posible, la cual tacharon de la lista ni bien decidieron reanudar las clases . Debemos destacar que en Bariloche se suspendieron todas las actividades administrativas y por lo que parece la situación no es tan grave como la que pasamos aquí en 2008 cuando el jinete del Apocalipsis llegó a decretar normalidad y se fue rápido antes de aspirar un poquito de ceniza.
Creo que hay veces en las que el estado debe tomar el rol de protector y velar por los intereses en éste caso por la salud de sus habitantes, siempre va a haber gente a la que no le importa salir o mandar a sus hijos al colegio bajo una lluvia de cenizas, los inconscientes están en todos lados, pero el estado es quien tiene que decir qué debemos hacer ante éste tipo de situaciones, velando por los ciudadanos y diciéndoles que es lo que deben hacer para cuidar su salud; no tomar medidas de circo como fue la de los cuellos de polar que mandó el ministerio a todas las escuelas para que los chicos se taparán la nariz y no respirarán ceniza, a todos nos pareció un chiste además de que llegaron tarde como siempre, parece hoy que por lo visto algo han aprendido, suspendieron las clases en la costa a pesar de que la ceniza que allí cayó no se compara en lo más mínimo con la cantidad que nosotros sufrimos, ojalá hoy todas las escuelas afectadas por la ceniza estén en condiciones óptimas para recibir a sus alumnos.
* DNI 29117414
en Puerta E
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