Las cenizas se han comenzado a entremezclar con las hojas que el otoño hace caer de los árboles de la ciudad. Un vecino ha salido a recoger elementos de ambos tipos y lo hace embozado tras su barbijo, como corresponde.
Su vereda quedará limpia, no hay duda, pero sólo hasta que alguno de los conductores de automóviles a los que parece que las cenizas han logrado afectar también su cerebro, circule a velocidad suficiente para que la labor del vecino se convierta en un intento inútil.
Señor conductor desaprensivo: ¿y si circula a menos de 20 km por hora de modo de evitar tantos desagradables recuerdos que sus vecinos estamos teniendo para con su señora madre?
NO PODEMOS TENER CONTROL SOBRE UN DESASTRE NATURAL COMO EL VOLCÁN, PERO PODEMOS LEVANTAR EL PIE DEL ACELERADOR PARA QUE ALGUNAS DE SUS CONSECUENCIAS NO SE AGRAVEN POR NUESTRA ESTUPIDEZ, ¿VERDAD?
La fotografía fue publicada por la BBC de Londres.
Señor conductor desaprensivo: ¿y si circula a menos de 20 km por hora de modo de evitar tantos desagradables recuerdos que sus vecinos estamos teniendo para con su señora madre?
NO PODEMOS TENER CONTROL SOBRE UN DESASTRE NATURAL COMO EL VOLCÁN, PERO PODEMOS LEVANTAR EL PIE DEL ACELERADOR PARA QUE ALGUNAS DE SUS CONSECUENCIAS NO SE AGRAVEN POR NUESTRA ESTUPIDEZ, ¿VERDAD?
La fotografía fue publicada por la BBC de Londres.
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