Hace tres meses, WikiLeaks, un sitio web de denuncias que revela documentos secretos y sensibles, envió un pedido de ayuda urgente a través de Twitter. "Tenemos videos encriptados de ataques estadounidenses a civiles. Necesitamos disponer de una supercomputadora para decodificarlos", decía el sitio, que se autodenomina "una agencia de inteligencia de la gente" y que para muchos es una suerte de "CIA del pueblo".
De alguna manera -no explica cómo-, WikiLeaks consiguió el tiempo necesario en una supercomputadora para desencriptar un video gráfico, difundido el lunes pasado, de un ataque del ejército norteamericano en Bagdad, en 2007, que dejó 12 muertos, incluyendo dos empleados de la agencia de noticias Reuters. El video fue visto más de dos millones de veces en YouTube y fue reproducido cientos de veces en noticieros televisivos.
Por Noam Cohen y Brian Stelter (The New York Times)
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