Esquel te enamora, se incorpora a tu piel como los abrojos mismos.

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Esquel y vos :De Daniel Galatro

Los ranqueles según Lucio V Mansilla

Mi comadre Carmen vivía en Carrilobo, cerca del toldo de Villarreal, el casado con su hermana, y había venido a visitarme trayéndome mi ahijada.
Escuchándola pasamos un rato muy entretenido. Habla con facilidad el castellano y posee bastante caudal de expresiones para manifestar sus sentimientos e ideas y hacerse entender.
Sobre las creencias de los indios me dio las siguientes nociones:
No se congregan jamás para adorar a Dios; le adoran a solas, ocultándose en los bosques.
No es ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, ni la universalidad de los seres vivientes.
Por manera que no son idólatras, ni panteístas. Son uniteístas y antropomorfistas.
Dios- Cuchauentrú, el Hombre grande, o chachao, el Padre de todos-, tiene la forma humana y está en todas partes; es invisible e indivisible; es inmensamente bueno y hay que quererle.
A quien hay que temerle es al diablo, Gualicho.
Este caballero, a quien nosotros pintamos con cola y cuernos, desnudo y echando fuego por la boca, no tiene para ellos forma alguna.
Gualicho, es indivisible e invisible, y está en todas partes, lo mismo que Cuchauentrú. Otro, mientras el uno no piensa en hacerle mal a nadie, el otro anda siempre pensando en el mal del prójimo.
Gualicho ocasiona los malones desgraciados, las invasiones de cristianos, las enfermedades y la muerte, todas las pestes y calamidades que afligen a la humanidad.
Gualicho está en la laguna cuyas aguas son malsanas, en la fruta y en la yerba venenosa; en la punta de la lanza que mata; en el cañón de la pistola que intimida; en las tinieblas de la noche pavorosa; en el reloj que indica las horas, en la aguja de marear que marca el norte; en una palabra, en todo lo que es incomprensible y misterioso.
Con Gualicho hay que andar bien; Gualicho se mete en todo: en el vientre y da dolores de barriga; en la cabeza y la hace doler; en las piernas y produce la parálisis; en los ojos y deja ciego; en los oídos y deja sordo; en la lengua y hace enmudecer.
Gualicho es en extremo ambicioso. Conviene hacerle el gusto en todo. Es menester sacrificar de tiempo en tiempo yeguas, caballos, vacas cabras y ovejas; por lo menos una vez cada año, una vez cada doce lunas, que es como los indios computan el tiempo.
Gualicho es muy enemigo de las viejas, sobre todo de las viejas feas: se les introduce quién sabe por dónde y en dónde y las maleficia.
¡Ay de aquella que está engualichada! La matan. Es la manera de conjurar el espíritu maligno.
Las pobres viejas sufren extraordinariamente por esta causa.
Cuando no están sentenciadas, andan por sentenciarlas.
Basta que en el toldo donde vive una suceda algo, que se enferme un indio, o se muera un caballo; la vieja tiene la culpa; le ha hecho daño; Gualicho no se irá de la casa hasta que la infeliz no muera..
Estos sacrificios no se hacen públicamente, ni con ceremonias. El indio que tiene dominio sobre la vieja la inmola a la sordina.
En cuanto a los muertos, tienen por ellos el más profundo respeto. Una sepultura es lo más sagrado. No hay herejía comparable al hecho de desenterrar un cadáver.
Como los hindúes, los egipcios y los pitagóricos creen en la metempsicosis, que el alma abandona la carne después de la muerte


Lucio V. Mansilla
Una excursión a los indios ranqueles.
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** Visita: http://danielanibalgalatroescritor.blogspot.com.ar

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