Ocho años atrás los pobladores de Esquel, en un 81%, decidieron oponerse a la explotación minera a cielo abierto en la comarca. En ese momento en que debían expresarse, el calefactor anímico estaba al máximo y la ciudad dio un ejemplo de fuerza, racionalidad y cohesión que luego marcaría un rumbo para muchos otros lugares del país amenazados por similares peligros de contaminación.
Y un grupo significativo de esquelenses asumió la labor difícil y persistente de mantener "el Calorama en piloto" para que estuviera dispuesto a encenderse nuevamente a pleno cuando la situación lo requiriera.
En los próximos días se prevé la realización de unas Jornadas de Reflexión Productiva a cargo de un grupo de personas cuyo objetivo es lograr, como ya se lo prometieran varias veces a los inversionistas extranjeros, torcer la voluntad de Esquel para que pudieran instalarse en la zona una o más explotaciones mineras a cielo abierto, ya que son excelentes por aquí los rendimientos esperables de oro, uranio y otros recursos que ellos pretenden desde hace tiempo por su gran utilidad económica.
A pocas horas de conocerse la noticia, el Calorama se encendió a pleno, con igual o mayor temperatura que la que alcanzó ocho años atrás.
Y cientos de habitantes nos reunimos (porque esta vez nosotros también estábamos aquí como muchos otros nuevos residentes) para expresar que, como siempre, "NO es NO" y lo seguirá siendo. Y que no somos gente que pueda ser engañada con recursos burdos como unas supuestas Jornadas de Reflexión en las que el tema de la minería está semioculto por otros más evidentes y atractivos como la agricultura, la ganadería, etc.
Esquel está abierta para la explotación de recursos que sirvan para mejorar la calidad de vida en todos los sentidos, pero demostró y demuestra que sabe cuáles son esos recursos "sanos" y no se deja confundir con los que tienen un costo ecológico negativo, producen beneficios solamente a quienes no se encuentran en la región y traen como consecuencia un daño profundo y permanente que amenaza la misma calidad de vida que pretendemos defender a ultranza.
Pero el poderoso caballero con rostro de prócer estadounidense tiene siglos de experiencia en procesos de invasión de regiones del planeta para obtener luego de ellas los mayores beneficios posibles, dejen el desastre que dejen cuando abandonan el lugar para trasladarse a otro. Y sabe que el primer paso ha sido, fue y será comprar voluntades de personajes influyentes que se conviertan en puntas de lanza para el ataque. Los famosos "cipayos" que ha habido no solamente en India sino en muchísimos otros puntos del planeta, tras de los cuales podían ingresar los "conquistadores".
Aquí también los hay, por acción o por omisión. Equivocadamente, seguramente mal asesorado por los mismos invasores a los que en realidad solamente les importa el negocio y que por la multinacional que los tiene comprados son capaces de entregar a sus propias madres, el responsable del Hotel Tehuelche cedió a algún precio o por alguna promesa sus instalaciones para que esas Jornadas de supuesta reflexión tuvieran lugar. Quizá creyeron que la gente de Esquel estaba en otra cosa, que se había olvidado del asunto o que las dificultades económicas la habían llevado a aceptar que la minería "en el fondo no era tan mala" y que el precio que había que pagar - por ejemplo, la salud de nuestros hijos - era un justo costo por los beneficios que en el folleto decía que recibiría.
Entonces, tras la reunión del lunes 25 de Abril en la ex Escuela Normal, algún centenar de personas nos volcamos a las calles de nuestra amada ciudad para manifestar que el sentimiento anti-minería-a-cielo-abierto no estaba muerto sino apenas dormitando, pero que se despertaba ante esta amenaza como lo haría ante cualquier otra que en forma burda como ésta o quizá más sutil, el enemigo - porque lo es realmente - pretendiera torcer una voluntad expresada en tal forma que el mundo pudiera entenderla. Y esa manifestación espontánea recorrió la 25 de Mayo, llegó a la 9 de Julio y se instaló frente al Hotel Tehuelche. Quizá este preanuncio de mayores manifestaciones de desagrado por la errónea decisión de sus responsables los haga rever la decisión de permitir las Jornadas o comprender que tendrá un costo político y comercial de no hacerlo. Como seguramente lo deberán pagar los responsables del Ejecutivo y el Legislativo locales que no sumaron su presencia a la reunión convocada en este día.
Nota: la imagen del calefactor (Calorama, según la marca más difundida en la región) no es nuestra. Fue utilizada acertadamente por una de las más activas concurrentes a esta Asamblea. Nobleza obliga.
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