Por Fernando Kosovsky *
* Abogado – GAJAT - El Bolsón.
Lejos de los proyectos de estímulo a la democratización del acceso a la tierra como el Proyecto Giberti (1973), a nivel Nacional se promocionó como una medida revolucionaria la tibia limitación a la cantidad de superficie que puede estar en manos de los extranjeros.
Lógicamente, que esta medida no revierte ni amenaza mínimamente al impresionante proceso de concentración de tierras que se viene produciendo desde entonces y que debería verse reflejado en el Registro de Propietarios de tierras rurales –medida necesaria pero insuficiente- que la misma ley creó. Si bien los sujetos extranjeros quedarán limitados y vigilados, pero ni los pueblos indígenas ni los campesinos quedaron a salvo de la voracidad concentradora de la burguesía agraria nacional, gran beneficiaria de las metas del Plan.
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