Su verdadero nombre fue Bernardo González Rivadabia (con "b"), pero también fue llamado:
“Visionario” Calificativo frecuente de Rivadavia. “Seria de no acabar si se enumerasen las locuras de aquel visionario – y la admiración de un gran número de compatriotas- creyendo improvisare en Buenos Aires la civilización europea con solo los decretos que diariamente llenaba lo que se llamaba Archivo Oficial” (José de San Martín)
“Sapo del Diluvio” “Rivaduvio” “El robespierre renegado” Por el Padre Castañeda. (No hay porvenir maravilloso / ni otro contenido más delicado / que librarse del Sapo del Diluvio / El Sapo es Rivadavia o Rivaduvio / o el Robespierre el renegado / …..)
“Solemne Botarate” Así se refiere a Rivadavia Alvear almorzando con Mansilla y un estanciero brasilero de apellido Melo “Ese Rivadavia es un solemne botarate; yo no necesito para hacerlo descender de la presidencia más que presentarme en Bs.As con mi látigo y en el momento se administración caduca y se desploma la frágil armazón que ha levantado; es un botarate” (Memorias de Iriarte)
“Bernardino Primero”: “¡Viva la Religión! ¡Muera el Gobierno! ¡Muera Bernardino Primero! ¡Abajo ese ministro hereje! ¡Viva la Patria!” (Los descamisados en la plaza de la Victoria durante la frustrada revolución de Tagle. “Memorias” de Tomás Iriarte).
“Caribe” Apodo dado en la prensa cordobesa.
“Crispinillo el Trompudo”: Por el Padre Castañeda en su canción “El Teruleque”.
“Doctor Bernardino Garrapata”: El Padre Castañeda en el periódico “Vete Portugués que aquí no es”.
“Don Bernardote Riobombo”: Ídem.
“Duque de Chukisaca”: (Panfleto de la época, al referirse a las negociaciones secretas de Rivadavia tendientes a coronar Rey Constitucional del Río de La Plata al Infante Francisco de Paula de Borbón, asistido por una corte de políticos vernáculos que se titularían Duques, Condes y marqueses).
“Escriba” (Padre Castañeda).
“General Jefe de los Asoleados” (desde la prensa)
“Gran Panzacola” o “Padre de las Luces” en el periódico dorreguista “Correo Político de las Provincias Unidas del Río de la Plata” (1827, 1828)
“Herbolario” (Calificativo del conde de Cabarrús a Don Bernardino Rivadavia a Sarratea en 1816, refiriéndose a la colocación del Rey Borbón en el Río de la Plata) “No poca y funesta parte tienen los proyectos que sugiere desde París el herbolario Rivadavia” Según la Real Academia de la Lengua: Herbolario: adjetivo familiar: “botarate, alocado, sin seso”
“El nuevo Don Quijote de La Mancha”: del Padre Castañeda al referirse en los panfletos a Rivadavia: “Del nuevo Don Quijote de La Mancha, de la trompa grandísima, del inflado con antiparras, del sapo diluviano, del escuerzo de Buenos Aires, del Rey loco, del Ombú empapado en aguardiente, del Doctor en Ignorancia, de la Sota de Bastos (…) ¡Libera nos Domine!”
“Monstruo Infernal” el periodista Ramón Félix Beaudot desde la prensa cordobesa “La Verdad sin Rodeos”
“Mulato Rivadavia”
“Piloto de Cultura” (Ricardo Piccililli)
Fuente: www.lagazeta.com.ar
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