La melancolía se expresaba en el canto de todas las aves. Los bosques estaban tristes. Los habitantes de todos los lugares, sólo conocían la luz intensa que explotaba a veces en la boca de los volcanes.
Cuentan las tradiciones orales que todo quedó así, después de una lucha feroz entre tres pequeños soles que habían nacido de la diosa Mehjunida. Al morir ésta, sus hijos se enfrentaron por gobernar el cielo, pero un cataclismo los separó sepultándolos en el interior de la cordillera del Himalaya.
Ocurrió que uno de ellos, de nombre Matahari sobrevivió y logró refugiarse en una gruta cerca de la ladera montañosa más abrupta .Pasó mucho tiempo antes que el sobreviviente se restablezca. Las lluvias torrenciales le impedían salir , para intentar gobernar los aires. Además temía encontrarse con otros competidores. Guardaba intensamente, sus ansias por llenar de luces a la tierra , entibiarla y pintar con su calor a los flores , los árboles, y las praderas.
Pero los días seguían sin luz e inundados de tristeza, por eso los dioses se reunieron en la alta meseta a deliberar.
En la quinta reunión que mantuvieron, fueron quedando casi sin palabras. Los dioses abandonaron sus tronos y fueron a observar un espectáculo maravilloso: cientos de flechas rojas asomaban en el horizonte, mientras se elevaba un disco rojo como fuego. El aire se llenaba de tibieza y una voz retumbó en la cordillera, oyéndose:
-Soy MATAHARI, el rey sol, vengo a gobernar los días,dispuesto a luchar con las nubes que aunque me quieran tapar, no impedirán que llene de luces los días, para después descansar unas breves horas cuando llegue la noche...
Desde entonces, el universo se llenó de colores.
Stella Maris Taboro
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