Esquel te enamora, se incorpora a tu piel como los abrojos mismos.

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Esquel y vos :De Daniel Galatro

"No a la mina" en Wikipedia


No a la mina es el lema de un significativo movimiento vecinal que luego se multiplicó en comunidades de otras localidades del tramo argentino de la Cordillera de los Andes. Su principal reivindicación, aunque no la única, es la oposición a la minería de gran escala a cielo abierto (llamada megaminería en Argentina) por los efectos que tiene sobre su modo tradicional de vida y su medio ambiente. El movimiento comenzó en la localidad de Esquel, provincia del Chubut, en oposición al proyecto de extracción de oro con cianuro (compuesto altamente toxico) en las cercanías de la ciudad y sobre un importante cauce de agua. Su éxito hizo que su influencia se extendiera a otras regiones mineras de Argentina.

Vecinos autoconvocados de Esquel

Al tomar conocimiento de la explotación de oro con cianuro propuesta por la empresa minera El Desquite en las cercanías de la ciudad de Esquel y del Parque Nacional Los Alerces, un grupo de vecinos —entre los que se contaban numerosos profesionales, docentes y estudiantes de la sede local de la Universidad Nacional de la Patagonia "San Juan Bosco"— se organizaron difundiendo su mensaje al resto de la comunidad mediante manifestaciones públicas, reparto de folletería, blogs y cadenas de correos electrónicos. Luego de intensas actividades se logró que, el 23 de marzo de 2003, el Concejo Deliberante de Esquel convocara a un plebiscito sobre la aceptación o rechazo de las actividades mineras en la zona, aunque con carácter no vinculante. Como el 81% de los votantes se pronunció en contra de la megaminería y el uso de cianuro, el Concejo Deliberante sancionó la Ordenanza n° 33/2003, que declaró a Esquel municipio no tóxico y ambientalmente sustentable.[1]

El movimiento logró expresar el sentir de la mayoría de los vecinos, muchos de ellos migrantes de grandes ciudades de Argentina, sobre un estilo de vida más respetuoso de la naturaleza, deseo común con las comunidades indígenas que habitan la región. Este sentir —compartido por muchas otras pequeñas y medianas comunidades del interior de ese país, véase el sito de la UAC— frecuentemente se expresa, más que en propuestas específicas, en la oposición genérica a emprendimientos que amenazan con modificar drásticamente su forma tradicional de vida. Son ejemplos notorios de estas actividades, por haber tenido gran divulgación nacional, el uso intensivo y contaminante de valiosas y escasas fuentes de agua (caso de la explotación de Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca[2] ), destrucción de glaciares o zonas periglaciales (caso de Pascua Lama, en San Juan) y la amenaza del traslado forzado de pueblos enteros (caso de Andalgalá, también en Catamarca[3] ).

Influencia sobre otros movimientos vecinales

Trabajos de investigación hechos en diversas universidades argentinas muestran que el movimiento vecinal de Esquel fue el precursor de muchos otros que luego se agruparon en la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). Las actividades de estos grupos son frecuentemente ignoradas por los grandes medios de prensa escrita y televisada argentinos y por muchos de los locales, especialmente los oficialistas. Las empresas cuyas actividades combaten tienen presupuestos varias veces superiores a los de las provincias que les dan las concesiones y deben controlar sus actividades.

Estos movimientos vecinales —uno de cuyos principales antecedentes son las asambleas callejeras que precedieron a la renuncia del presidente Fernando de la Rúa— tienen características muy peculiares y poco estudiadas: su organización es usualmente laxa, sin cargos fijos ni división de funciones; toman sus decisiones en asambleas populares convocadas en las calles y plazas de sus ciudades; desconfían de los políticos (véase Svampa y Antonelli, 2009). Según Vaughan (2007), las mujeres tuvieron un papel protagónico, tanto en el movimiento original de Esquel, como en los que surgieron en comunidades afectadas por la minería de las provincias de Catamarca, Jujuy, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán, Chubut y Río Negro.

Véase también
Minería en Argentina.

Referencias
Ordenanza N° 33/2003 del Concejo Deliberante de Esquel.
Bajo de la Alumbrera.
Darío Aranda, Andalgalá, la ciudad que fue concesionada, diario Página/12 del 29 de marzo de 2010, Buenos Aires (Argentina).

Fuentes
Sitio Internet de No a la mina.
Svampa, Maristella y Antonelli, Mirta A. (compiladoras) [2009]Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales; Buenos Aires: Biblos; ISBN 9789507867095. Véase, en especial, pp. 181‑204.
Giurracca, Stella [2007] "La tragedia del desarrollo: disputas por los recursos naturales en Argentina", revistaSociedad N° 26, Buenos Aires (Argentina): Fac. de Cs. Sociales de la UBA y Prometeo Libros; pp. 13-37. ISSN 0327-7712.
Vaughan, Ana Claudia [2010] "Acceso al agua, corrupción y género", en Altschul, Monique, ed., Género y corrupción: las mujeres en la democracia participativa, Buenos Aires: Libros del Zorzal; pp. 105-122. ISBN 9789875991705.
Sitio Internet de la Unión de Asambleas Ciudadanas.
No a la mina en la ECyT-ar.

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