Esquel te enamora, se incorpora a tu piel como los abrojos mismos.

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Esquel y vos :De Daniel Galatro

Café de por medio - Daniel Aníbal Galatro - Abril 6 de 2011

¡Buen díiiaaa! ¿Cómo anda amigo? ¿Le fallé estos días? Es que tuve visitas. Anduvo por casa un virus troyano de esos que se meten en cuanto uno se descuida un poquito. Catástrofe informática que en unas pocas horas resolvió nuestro ángel protector especializado en esos temas, que milagrosamente localizamos y se vino volando, como todo ángel que se precie. Fue así que en plena madrugada, luego de pacientes y sabios tratamientos, pudimos retornar a un principio de normalidad. Pero usted sabe cómo es eso. Todo parece ponerse patas arriba, especialmente cuando uno trabaja con eso. Y otro angelito, éste llamado Dana, estuvo de "back up" prestándonos su netbook "por las dudas" también a esas extrañas horas de la noche. Ahora me escapé un ratito para no fallarle, pero voy a tomar solamente un cafecito "bebido", como dicen algunos suponiendo que existe también un cafecito "comido". Bueno, usted me entiende, porque en su casa seguro que también le dicen así cuando viene el café solito, sin acompañamientos masticables.
¡Margarita! ¡Buen día! ¿Un cafecito? ¡Gracias!
¿Novedades? No muchas en estos días. Porque si uno pone la tele ve que más o menos pasan las mismas cosas de siempre, con lo que dejan de ser novedades. Y nos está ocurriendo lo peor que nos podía pasar: nos estamos acostumbrando. Escuchamos repetir demasiado eso de "estamos como ellos quieren", cuando debería ser "estamos como queremos", ¿no?
Los japoneses siguen ocupados en el tema de la radiactividad y me parece que se les está yendo de las manos. Las informaciones que se dan sobre el asunto son técnicamente confusas y se pretende que la gente común no tome demasiada conciencia de la gravedad del problema. Tampoco se analiza mucho ni bien la crisis política de los países africanos que repercute en la crisis económica de sus patrones del primer mundo. Todo es borroso y se mezclan conceptos como para justificar que un operativo de bombardeo sea visto como una "misión de pacificación". Pero usted ya no se la cree tan fácil, ¿no? Vamos aprendiendo a leer entre líneas y a no consumir así como así la información.
¡Ah! Gracias, Margarita. Espere. Cóbrese ya, que me voy enseguida. Así está bien. Gracias.
Siguiendo con el tema, nos estamos acostumbrando a los dobles, triples y hasta cuádruples discursos. Las verdades se alejan cada día un poco más y la realidad va quedando cubierta por sucesivas y continuas capas de ficción. Y eso no pasa solamente con los grandes temas sino que también ocurre con los cotidianos, los familiares, los de las relaciones interpersonales. Es importante "guardar las apariencias" para no mostrar las realidades. Fíjese, amigo, que seguramente a usted como a mí nos comienza a ocurrir algo malo que no nos pasaba hace un tiempo. Cuando algo no nos gusta, no hacemos demasiado para cambiarlo. Sentimos una impotencia creciente que nos lleva a intentar ignorarlo. ¡Sí! Eso mismo que criticábamos en los demás se nos va metiendo como el troyano que invadió la computadora de casa. Y actúa más veces y causando más daños de los que deseariamos.
Bueno. Es tiempo de volver al trabajo. Porque también es una terapia esto de intentar ser creativos cuando todo lleva a creer que esta vez sí es el fin de los tiempos, según afirman los de la new age y no niegan los científicos. En todo caso, lo mejor es tratar de ayudar al prójimo porque es un gran negocio, ya que todo vuelve y así seremos ayudados. Y para los creyentes, buscar explicaciones y apoyo en eso que llaman "fe", que el hombre saca de su mochila cuando las cosas se ponen tan mal que nos parecen imposibles de solucionar desde nuestra pequeñez.
No me mire con esa cara triste. Estamos en una ciudad hermosa, el cielo otoñal está muy despejado y un solcito nos acaricia para que podamos sentir que yo estoy equivocado, que todo no está tan mal, que las sonrisas de nuestros nietos ayudan a iluminar un camino que nos permite transitar una vida que de todos modos vale la pena y mucho. Y se lo dice un hincha de Racing, que de malarias "la sabe lunga".
¡Así me gusta! Lo dejo con una expresión en el rostro que parece sumar luz a este lugar.
¡Que tenga buen día, amigo! ¡Hasta mañana, si Dios quiere!
¡Chau!

Daniel Aníbal Galatro
dgalatrog@hotmail.com

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